Emiliano Peláez Castañeda
Resumen
La totalidad no puede entender al Otro desde la radical diferencia:
siempre habrá que negar su singularidad, sus rasgos
particulares, habrá que volverlo nada. Al menos esto ha
acontecido en la historia de Occidente, donde una subjetividad
ve el mundo a su imagen y semejanza. El Otro, en tanto
alteridad, no tiene cabida en ese mundo, por lo que surge
una relación de dominación entre esa subjetividad hegemónica
y el Otro. La violencia surge cuando una subjetividad
se apropia el derecho de estar en el ser, mientras a toda
forma de alteridad la reduce al no-ser, a la nada.
Los Otros: una mirada al asedio de nuestros fantasmas PDF