César David Solano
Hacía más de cuatro años que los zapatistas pasaron por aquel pueblo, ubicado en la tierra caliente de Guerrero, a orillas del Río Balsas y el Cutzamala, a sólo un puente de Michoacán. Entre aquellos hombres venía Juan Macedonio, el cual durante su estadía en Ciudad Altamirano conoció a María Beltrán, una hermosa joven del pueblo. Al mirarse ambos, casi por arte de Eros, quedaron prendados.