Cuentomarzo 24, 2020 El espectro Michelle Elisa Tun Barrera Tenía los ojos cerrados. El aire no se sentía por ninguno de mis poros, parecía muerto. Quizás estaba soñando. Intenté mover mis manos, pero estas no me respondieron, mis piernas tampoco ni ninguna otra parte del cuerpo… El espectro PDF Entradas relacionadas Lo absurdo como resistencia: alegoría…EnchiladasInmigranteSilencio, un suspiroLa hechicería en Nueva España:…Amor a la naturalezaSobre la posibilidad de una…RitualEl sofista y el problema…Lo antifantástico: el espacio-tiempo como…