Kathy Jocabed Estrada García de Alba
¡No puede ser! Otra vez un cadáver apareció en una de las calles más lejanas del pueblo, y nadie se entera porque las autoridades inmediatamente limpian el lugar u obligan a los testigos a no hablar, todo para “tener a los habitantes sin miedo y puedan vivir su vida en paz”, o “para que ningún turista se asuste y el turismo no se pierda”.